Y vuelves a atrapar mi tristeza para esconderla en tu bolsillo, para alejarla de mi... De nuevo has sembrado el jardín de mis pesadillas con nuevos sueños, con otras esperanzas... Y yo sigo llena de amor por todo aquello que te pertenece, llena de celos por todo lo que te roza y me quita un trocito de ti... Y tu sigues aquí, entregándome la vida en cada suspiro, suplicando por mis besos sin saber que ni siquiera tienes que pedirlos... Porque son tuyos, porque yo ya no soy mía, sino tuya.
El deseo de tenerte es cada vez más fuerte, cada noche en la oscuridad de mi silencio sueño con volver a respirar de tu mismo aire... Y sigues aquí, un día tras otro, mientras yo le doy gracias a Dios por traerte hasta mí... Y yo sigo llena de miedos, porque si algún día te perdiera, te llevarías la vida, el aire, los sueños... Todo lo que te pertenece y de lo que me apropié por sentirte cercano, por sentirte más mío que tuya.
Y no me hace falta gritar que te quiero, porque con cada caricia puedo llegar a transmitirte todo lo que siempre quise decirte, porque en mis besos entrego lo más profundo que puedes encontrar en mi alma, lo más mío que conseguí alguna vez de la vida... Y sigues aquí, suplicando con tu silencio que no me vaya sin saber que entregaría el alma a cambio de la seguridad de no tener que marcharme nunca... Y yo sigo bebiendo de tus sonrisas, soñando con tus sueños.
Últimamente todo es diferente, las cosas han cambiado, no se si para bien o para mal... Antes te quería, no se si poco o mucho, pero te quería... Ahora no dejo de amarte.
